30/12/09

A través de mi closet

Dos puertas blancas guardaban una vida que se negaba a ir. ¡Buenos días!


Un sweater cuello tortuga define mi sentido de sensualidad.

Un vestido dorado largo, de licra y escarchado, mi significado de fiestas.

Tres franelas idénticas desgastadas de Zara detallan mi capacidad de materialismo.

Un rosario guardado dentro de tres cofres, mi lejanía con la iglesia aun cuando fue un regalo de mi día de confirmación.

Una falda con estampado de flores de mi madre, mis ganas de rescatar en mí su belleza pueril.

Un strapple negro de lentejuelas de mi hermana mayor, mis deseos de disfrutar la vida nocturna sólo como ella lo sabe hacer, a plenitud.

Dos pareos, mi creciente amor hacia la playa, a caminar sobre la arena.

Siete chemisses de Cámara Júnior, mi determinación de comerme al mundo.

Un cheque a mi nombre por 1 millón cuatrocientos firmado en el 2006 por un amigo reciente, la pureza de la amistad y la confianza.

Un poema que fue escrito a las 3.00am en un papel sellado, doblado en más de siete partes, tratando de pasar desapercibido entre papeles y guías de estudios; mi cristalización del amor desmedido.


Mi muñeca adorada de infancia, con la sonrisa borrada y su cuerpecito cubierto de polvo, mis deseos de ser grande, aunque hoy quiero ser niña (ya está en la maleta. Se va conmigo).

Mi medalla de graduación cuidadosamente guardada, el recuerdo perenne de la sonrisa y lágrimas de felicidad de mi padre al entregarme el diploma.

Una de mis cordales, el primer amor de mi vida y mi nueva perspectiva hacia la música.

Una gaveta copada de ropa talla 3, 5 y 7, mis años de flacura universitaria (cuando pensaba que estaba gorda).

Decenas y decenas de hojas, guías, carpetas y periódicos, no son más que mi admiración a las letras y mi miedo a olvidar el todo que representan en mi vida.

Mi diploma de licenciatura - hasta hora perdido - en lo más profundo del closet, mi firme capricho de llevar la vida a la ligera.

Dos libros: El arte de amar y Madame Bovary, mi ganas de saber más, de entender más.

Ropa actual de mi hermanita invadiendo mi espacio, el anuncio de que ya es tiempo de pasar.

Adiós a todo, sintiendo felicidad y orgullo de lo que he desaprendido y aprendido de esa época.

Queda algo: frases escritas con tiza blanca en el interior de las puertas: “Ir a un juego de la NBA”, “Will Smith”, ” Perfect Love”, “Don Quijote”… Gustos y sueños que hoy se mantienen.

¡Qué maravilla!

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